Hechizo y leyenda. Escena no. 14


Y por fin Don Domingo, tan pobre como todos los demás pues tal parece que aquel lugar estaba bajo alguna maldición, así tan pobre era el que mejor podía explicar las cosas pero que por muchas razones casi nadie las creía.
Era tan grande la influencia de la ignorancia que muy poco se podía hacer para mejorar las cosas y hacerles entender. Incluso él se brindaba para enseñar a leer y escribir, pero muy pocos aceptaban aquella propuesta.
Decía Don Domingo que allí no estaba sucediendo nada sobrenatural y que solo era un problema de desconocimiento de la verdad. Las personas estaban esclavizadas a la ignorancia. Muchos factores influían en esto y sobre todo que había fuerzas externas a ellos que les convenía que todo se quedara así todo el tiempo.
Su punto de vista era materialista pues había leído mucho y sustentaba sus ideas en fuertes argumentos. Para poder conversar de estas cosas tenía que llegarse hasta el pueblecito y visitar al único médico con que contaban. Este señor era muy amable y compartía con él muchos conocimientos. Le regalaba libros, periódicos y revistas.
Don Domingo soñaba con hacer algo que los sacara de tanta miseria y por eso estaba al tanto de todo lo que sucedía en diferentes lugares.
Era muy prudente y evitaba hablar más de la cuenta pues sabía el peligro que esto significaba. Soñaba en silencio, pero también hacía sus cosas que permanecían para el bien de todos en absoluto secreto.

Publicado por miguelpererajimenez

Escritor de cuentos y poesías cristianas donde priman la tradición, las costumbres y el amor

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