Cuando al hablar el camino se complica.

Badajoz. Extremadura.


Pudiera entender a la perfección con un poco de tiempo y tal vez intente estudiar para poder conversar mejor. Todo se puede y es a su vez algo muy bueno… Sucede que todo lo que tiene que ver con andaluces o gitanos me interesa, aunque conozco muy poco de estas culturas… Mi interés llegó al encontrarme con la poesía de Lorca.
— Esa muhé hitana me tiene loco.
— Pues aprende y trata de no enredarte.
— Y hasta me dixe er niño.
— Cuídate te digo que esa doña tiene dueño.
— Ese señó no me conoce…
— Pero si te pilla en algo te va a pelar al moño.
Esta vez es Daniel el que se quiere salir del riel y está poniendo los ojos donde no le corresponde… Mira que le doy consejos y no acaba de entender. Lo más que he ganado es que me saque en cara alguna de mis ingenuas aventuras. Un modo muy genial para justificarse.
— ¿Recuerdas cuando malcamo las shiquillas?
— En las conquistas juveniles era costumbre.
— Y la shica ma shula era la mía.
— Te voy a remangar un cocotazo.
— ¿Y eso cuate?
— Para que hables en cubano…
— Está muy bien Gonzáles.
— Me tengo que reír contigo.
Ahora sí que está completo. Lo mismo trata de hablar una mescla de andaluz con cubano, que pasa para México, o si no me vuelve a cambiar el apellido. Trataré de hacerle una propuesta romántica a ver si logra conseguir algo por acá y que me deje tranquilo.
Me disgustas muhé cuando me acuerdo
De to el mar que un día tú me hiciste
Creo que es mejor darme por vencido o de lo contrario pedir un curso por correspondencia… Lo otro sería conseguir un ayudante gitano gratis… Pero tampoco va a resultar porque en estos tiempos nada es gratis ni barato y en el último…
Lo barato sale caro…
En fin, Daniel hará esta vez de acuerdo con su experiencia y que luego en casa me relate algunos detalles… Además, la máquina está programada para un tiempo que no podemos alterar y si no se apura en cualquier momento suena la alarma… Que por cierto si yo entendiera de estas tecnologías se la iba a adelantar.
— Dime algo Fernández…
— Si me vuelves a cambiar el apellido…
— ¿Qué me vas a hacer?
— Te voy a enseñar a hablar en chino.
— Deja esas clases para otra época…
— Chin…
— ¿Qué fue eso?
— Fin
— Ah, ok, koniek
— ¡Aprobado!

Publicado por miguelpererajimenez

Escritor de cuentos y poesías cristianas donde priman la tradición, las costumbres y el amor

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